martes, 17 de agosto de 2010

17 de agosto de 1850 - Muere José de San Martín


El 17 de agosto de 1850 moría en Francia José de San Martín. Tras pelear en España contra las tropas napoleónicas, regresó a su patria en 1812. Tuvo su primera victoria a favor de la causa de la independencia de América en el combate de San Lorenzo, al frente de los Granaderos a Caballo. Más tarde, como parte de su estrategia de liberar Chile y Perú del dominio español, asumió la gobernación de Cuyo y organizó el Ejército de los Andes. Tras cruzar la cordillera, obtuvo las victorias de Chacabuco, en 1817, y de Maipú, en 1818, que aseguraron la independencia de Chile. En julio de 1821 entró en Lima, Perú, y el 28 de ese mes declaraba la independencia de ese país. Tras la entrevista con Simón Bolívar en Guayaquil y como consecuencia de las desavenencias con el gobierno de Buenos Aires decidió marchar hacia Europa. A continuación, transcribimos un fragmento del libro Historia de San Martín y de la emancipación Sudamericana de Bartolomé Mitre.

Mitre sobre San Martín

Fuente: Historia de San Martín y de la emancipación Sudamericana, de Bartolomé Mitre, en La Nación, en el Centenario de la muerte del General San Martín, domingo 13 de agosto de 1950

Los hombres de acción o de pensamiento que, como San Martín, realizan grandes cosas son almas apasionadas que elevan sus pasiones a la potencia del genio y las convierten en fuerzas para obrar sobre los acontecimientos, dirigirlos o servirlos. Ellos marcan las pulsaciones intensas de una época, de las que se deduce una ley positiva, reveladora de las leyes morales en actividad, y de percusión de las ideas circulantes en la corriente humana. Manifestaciones de una vida múltiple y de una potencia individual, condensadores o generadores del movimiento fecundo, obran sobre su tiempo como una acción eficiente o se lanzan en las corrientes permanentes, y de este modo su influencia se prolonga en los venideros como hecho durable o como pensamiento trascendental.

Así como cada pueblo tiene un rasgo principal, del que todos los demás se derivan, y como las partes componentes del pensamiento se deducen de una cualidad original, así también en los hombres que condensan las pasiones activas de su época, todos sus rasgos y cualidades se derivan y deducen de un sentimiento fundamental, motor de todas sus acciones. En San Martín, el rasgo primordial, el sentimiento generador de que se derivan y deducen las cualidades que constituyen su ser moral, es el genio del desinterés, de que es la más alta expresión en la revolución sudamericana, ya sea que medite en su limitada esfera intelectual; luche, destruya, edifique, según sus alcances; mande, obedezca, abdique y se condene al eterno silencio y al eterno ostracismo.

Según este criterio y esta síntesis, pude formularse su juicio póstumo, sin exagerar su severa figura histórica, reducida a sus proporciones naturales, ni dar a su genio concreto, de concepciones limitadas, un carácter místico, al reconocer que pocas veces la intervención de un hombre fue más decisiva que la suya en los destinos de un pueblo, explicando a la vez la aparente contradicción y fluctuación de sus ideas y principios guiadores en medio de la lucha, por la inflexible lógica del hombre de acción en presencia del pasado y del presente, bajo la luz en que le vieron los contemporáneos y lo contemplarán los venideros. Como lo hemos dicho ya, la grandeza de los que alcanzan la inmortalidad no se mide tanto por la magnitud de su figura ni la potencia de sus facultades cuanto por la acción que su memoria ejerce sobre la conciencia humana, haciéndola vibrar de generación en generación en nombre de una pasión, de una idea, de un resultado o de un sentimiento trascendental. La de San Martín pertenece a este número. Es una acción y un resultado que se dilata en la vida y en la conciencia colectiva, más por virtud intrínseca que por cualidades inherentes al hombre que las simboliza; más por la fuerza de las cosas que por la potencia del genio individual.

San Martín concibió grandes planes políticos y militares, que al principio parecieron una locura y luego se convirtieron en conciencia que él convirtió en hecho. Tuvo la primera intuición del camino de la victoria continental, no para satisfacer designios personales, sino para multiplicar la fuerza humana con el menor esfuerzo posible. Organizó ejércitos poderosos, que pesaron con sus bayonetas en las balanzas del destino, no a la sombra de la bandera pretoriana, ni del pendón personal, sino bajo las austeras leyes de la disciplina, inculcándoles una pasión que los dotó de un alma. Tuvo el instinto de moderación y del desinterés, y antepuso siempre el bien público al interés personal. Fundó repúblicas, no como pedestal de su engrandecimiento, sino para que vivieran y se perpetuaran por sí, según su genialidad libre. Mandó, no por ambición, y solamente mientras consideró que el poder era un instrumento útil para la tarea que el destino le había impuesto. Fue conquistador y libertador, sin fatigar a los pueblos por él redimidos de la esclavitud, con su ambición o su orgullo. Abdicó conscientemente el mando supremo en medio de la plenitud de su gloria, si no de su poder, sin debilidad, sin cansancio y sin enojo, cuando comprendió que su tarea había terminado, y que otro podía continuarla con más provecho para la América. Se condenó deliberadamente al ostracismo y al silencio, no por egoísmo ni cobardía, sino en homenaje a sus principios morales y en holocausto a su causa. Sólo dos veces habló de sí mismo en la vida, y fue pensando en los demás. Pasó sus últimos años en la soledad con estoica resignación, y murió sin quejas cobardes en los labios, sin odios amargos en el corazón, viendo triunfante su obra y deprimida su gloria. Salvador de la independencia de su patria en momentos en que la República Argentina vacilaba sobre sus cimientos, fundó dos repúblicas más, y cooperó directamente a la emancipación de la América del Sur. Es el primer capitán del Nuevo Mundo, y el único que haya suministrado lecciones y ejemplos en la estrategia moderna en un terreno nuevo de guerra, con combinaciones originales inspiradas sobre el terreno, a través de un vasto continente, marcando su itinerario militar con triunfos matemáticos y con la creación de nuevas naciones que le han sobrevivido.

El carácter de San Martín es uno de aquellos que se imponen a la historia. Su acción se prolonga en el tiempo y su influencia se transmite a su posteridad como hombre de acción consciente. El germen de una idea por él incubada, que brota de las entrañas de la tierra nativa, se deposita en su alma, y es el campeón de esa idea. Como general de la hegemonía argentina primero y de la chileno-argentina después, es el heraldo de los principios fundamentales que han dado su constitución internacional a la América, cohesión a sus partes componentes y equilibrio a sus Estados independientes. Con todas sus deficiencias intelectuales y sus errores políticos, con su genio limitado y meramente concreto, con su escuela militar más metódica que inspirada, y a pesar de sus desfallecimientos en el curso de su trabajada vida, es el hombre de acción deliberada y trascendental más bien equilibrada que haya producido la revolución sudamericana. Fiel a la máxima que regló su vida: “Fue lo que debía ser” y antes que ser lo que no debía, prefirió “no ser nada”. Por eso vivirá en la inmortalidad.

Fuente: www.elhistoriador.com

jueves, 12 de agosto de 2010

La Argentina del Centenario, el anhelo de los egoístas

"Yo hubiera estado allí, y estoy seguro que mis amigos de la mesa de enlace: Eduardo Buzzi, Carlos Garetto y Mario Llambías hubieran estado conmigo. Hubiéramos estado allí; apoyando a Manuel Belgrano en su tarea de promoción de la agricultura, a la que consideraba un pilar fundamental del progreso económico de las naciones." Decía Biolcati hablando de la Revolución de Mayo al empezar su triste discurso del 31/07.

Lo que no alcanzó a explicar era la manera en que Belgrano apoyaba la agricultura. Además, nuestro amado Manuel Belgrano bien sabía que "ni la agricultura ni el comercio serían casi en ningún caso suficiente a establecerse la felicidad de un pueblo si no entrase a su socorro la oficiosa industria. No hay desarrollo si este ramo vivificador no entra a dar valor a las rudas producciones de la materia y pábulo a la permanente rotación del otro." En Memoria al Consulado de 1802, el prócer decía “Todas las naciones cultas se esmeran en que sus materias primas no salgan de sus Estados a manufacturarse, y todo su empeño en conseguir, no sólo darles nueva forma, sino aún atraer las del extranjero para ejecutar lo mismo. Y después venderlas”.

Belgrano era un economista, como bien muchos sabemos, y como tal sabía perfectamente que las grandes extensiones de campos sin cultivar pero que eran de propiedad privada debían ser puestas a producir inmediatamente. Su reforma agraria, de la cual no habló Biolcati, se basaba en la expropiación de los campos sin producción y su puesta a disposición de aquellos que no tenían nada para que los trabajen, se atacaban así tres problemas simultáneamente. La distribución de la tierra, la producción y el desempleo.

Contrariamente a lo que sucede en el campo actual, Belgrano “estaba convencido que no debían venderse al exterior, los productos sin manufacturar, dice Héctor Raúl Sandler del Instituto de Capacitación Económica de Buenos Aires, todo el proceso productivo debía desarrollarse dentro del país”.

Lamentablemente el egoísmo, la avaricia de los poderosos dueños de la tierra, llevaron a que no se respetara estas ideas del prócer. Muchos de los productos que salen del territorio nacional, se venden al exterior en su estado primario, sin obtener el aprovechamiento que le daría trabajo y ganancias a los argentinos. Textualmente decía: "es de necesidad poner los medios para que puedan entrar al orden de sociedad los que ahora casi se avergüenzan de presentarse a sus conciudadanos por su desnudez y miseria, y esto lo hemos de conseguir si se le dan propiedades ( …) que se podría obligar a la venta de los terrenos, que no se cultivan, al menos en una mitad, si en un tiempo dado no se hacían las plantaciones por los propietarios; y mucho más se les debería obligar a los que tienen sus tierras enteramente desocupadas, y están colinderas con nuestras poblaciones de campaña, cuyos habitadores están rodeados de grandes propietarios y no tienen ni en común ni en particular ninguna de las gracias que les concede la ley, motivo porque no adelantan …."

En uno de sus últimos artículos en el Correo de Comercio, en donde solía escribir y desde donde los historiadores extraen la mayoría de las ideas económicas plasmadas por Belgrano, este resaltaba la necesidad imperiosa de formar un sólido mercado interno, condición necesaria para una equitativa distribución de la riqueza. “Sólo el comercio interno es capaz de proporcionar ese valor de objetos, aumentando los capitales y con ellos el fondo de la Nación, porque buscando y facilitando los medios de darles consumo, los mantiene en un precio ventajoso, así para el creador como para el consumidor, de que resulta el aumento de los trabajos útiles, en seguida la abundancia, la comodidad y la población como una consecuencia forzosa".

No estamos diciendo que debemos dejar de exportar granos ni materia prima, no somos unos idealistas comunistas. Estados Unidos exporta granos también y los procesa simultáneamente, se pueden hacer las dos cosas a la vez.

En otro pasaje del discurso Biolcati dice: "Hay que ser pobre para saber que cuando llega la inundación, Cuando un hijo está "volando de fiebre", o al borde de la desnutrición, cuando se está a punto de parir; se necesita ayuda." Unas líneas más abajo continuo: Esta es la Argentina del Bicentenario:
Un país inmensamente rico, que está lleno de pobres.
En el primer centenario, la Argentina ocupaba el 8° lugar entre los países del mundo.
Cien años después, estamos disputando el puesto 57.


La respuesta a esta crítica miope de Biolcati la dará Felipe Pigna en el vídeo. Ser 8vo en el mundo en PBI no significa nada si no se distribuye la riqueza entre sus habitantes de manera equitativa (o lo menos desigual posible). Pero antes, me parece interesante esta reflexión del por entonces jóven oficial Perón durante su estadía en Paraná en 1914, casi casi la Argentina del Centenario: "Fue mi primer contacto con una realidad que contemplé con preocupación no exenta de emoción. Allí vi por primera vez, ya a conciencia, las miserias fisiológicas y sociales. En un país con 50 millones de vacas, más del 30% de los conscriptos era rechazado del servicio por debilidad constitucional, y los que se incorporaban venían semidesnudos, como provenientes de la mayor miseria".

Lo triste de toda esta situación es que detrás de los super poderosos de la SRA, están los pobres chacareros que trabajan con sus propias manos. Que se endeudan y cosechan casi a mano sus siembras. De haberse aprobado la 125 (con sus modificaciones, la original estaba terriblemente mal hecha) la situación de la FAA sería mucho mejor por ejemplo.

La Argentina del Centenario


Y para distendernos un poquito, les dejo dos videos cortitos pero muy interesantes.

Los inicios del Tango y de la Revolución Obrera


Delicias de nuestra historia

miércoles, 11 de agosto de 2010

COMUNICADO DE LA JUVENTUD PERONISTA DE CLORINDA
Pasaron 7 días del corte de ruta y los radicales todavía tienen olor a cubiertas quemadas


Se cumplieron 7 días del levantamiento del corte de la ruta nacional nº 11. Esto fue posible gracias a las intensas gestiones del intendente Federico Crivelli y su equipo de gobierno, quienes lograron un acuerdo de partes con el firme compromiso del jefe comunal de dar respuestas a las requisitorias de los vecinos del barrio toba.



Pero sin menoscabar los motivos de los reclamos, queremos hacer especial mención de los verdaderos artífices y promotores de este corte, nos referimos a los máximos dirigentes de la Unión Cívica Radical.

En los días del corte vimos como desfilaban algunos, y permanecían en el lugar del corte otros, todos dirigentes radicales archiconocidos por la ciudadanía clorindense.

Sin necesidad de atribuirse la autoria de esta alteración del orden constitucional, la sola presencia en el lugar, el apoyo tanto logístico como económico y las públicas declaraciones de sus legisladores tanto el comunal como el provincial terminaron por confirmar lo que todo Clorinda sabía: los radicales estaban metidos.

Camionetas con dirigentes, dinero en efectivo, mercaderías, cubiertas para ser quemadas, tarjetas con créditos para celulares, bebidas alcohólicas y hasta “asesoramiento legal” fueron las atenciones de la dirigencia del centenario partido para nuestros hermanos tobas a los cuales eximimos de culpa por considerar que fueron políticamente utilizados por estos inescrupulosos y oportunistas.

Queremos recordar a la comunidad clorindense que fueron varios los cortes de rutas en estos últimos años en nuestra ciudad. Siempre y en cada uno de ellos estuvieron presentes estos mismos personajes, un par de veces acompañados por el diputado nacional Ricardo Buryaile y otros por el senador Luis Naidenoff, todos de pura cepa radical.

El actual diputado Abraham Skierkier en unos de esos cortes de ruta decía estar acompañando al alicaído comercio de la ciudad mientras por abajo pactaba con el multimedios América TV la presencia en Clorinda del conductor de televisión Rolando Graña, a quien una vez arribado a nuestra ciudad no solo le brindo alojamiento en su domicilio particular sino que oficio de guía turístico, en especial por la zona de frontera, desnudando la realidad del comercio fronterizo, actuando como autentico buchón del comercio local, lo que luego de la difusión del informe periodístico trajo aparejado el endurecimiento de los controles aduaneros y de las fuerzas de seguridad, generando inconvenientes laborales a taxifleteros, estibadores y carretilleros.

estos mismos personajes fueron los que en el relámpago gobierno de De la Rua avalaron el rifle sanitario en la zona de los kilómetros sobre ruta a puerto Pilcomayo, con la famosa mentira de la fiebre aftosa, dejando sin sustento a gran cantidad de familias humildes; también quienes pactaron con Vicente Joga la frustrada intervención de nuestra provincia y la alianza con Manuel Celauro, quien luego los termino traicionando, burlándose de estos que no solo le dieron un lugar preferencial en la lista de candidatos sino que lo convirtieron por 4 años en diputado provincial por el radicalismo.

Ahora no solo pergeñaron y apoyaron el corte, sino que tuvieron en el pobre Paniagua a un leal y disciplinado operador en el mismo lugar de los hechos.

¿Como le pagaron? cuando fue detenido y cuando todavía se escuchaban sus gritos de “llamalo a Abraham” salieron a decir que prácticamente no lo conocían, que era un loquito libre pensador; en definitiva le soltaron la mano a quien enviaron para que los mantuviese al tanto de la situación.

Por otra parte, queremos valorar las gestiones del intendente Crivelli, quien desde el mismo día del corte pidió y busco el dialogo con los hermanos de la etnia toba, con quienes se fundió en un interminable abrazo y entre aplausos y lagrimas acordó el levantamiento del corte de la ruta del MERCOSUR.

Por todo lo expuesto estamos convencidos que los radicales de Clorinda, tienen y tendrán por mucho tiempo un fuerte olor a cubiertas quemadas.

JUVENTUD PERONISTA