domingo, 6 de febrero de 2011

La Nación, fiel portavoz de las agroempresas explotadoras

Son a las compañías agrícolas que entre otras actividades hacen el denominado desflore de maíz para obtener semillas hibridas. Para esa tarea utilizan a trabajadores en condiciones precarias e inhumanas, tal como en los últimas semanas se detectó en diversos operativos de la AFIP y el ministerio de Trabajo.


Hoy en una de sus editoriales , el diario La Nación vuelve a hacer una enérgica defensa a estas empresas llegando a justificar estos nefastos métodos, poniendo en el lugar de víctima a las multinacionales y dejando en claro por donde pasan los intereses de la empresa periodística.
Dice el diario sin rodeos: “un nutrido grupo de funcionarios públicos y la propia presidenta de la Nación vienen denunciando la presencia de trabajo esclavo, al que serían sometidos trabajadores rurales migratorios, contratados por empresas trasnacionales y también nacionales. Como lo señaló esta columna editorial en enero último, nada más ajeno a la realidad y en cambio más cercano a la utilización política y electoral, un derrotero que el Gobierno viene siguiendo con toda vehemencia y perversidad desde el inicio de las administraciones kirchneristas”.
Desconociendo las contundentes realidades reveladas en esos lugares de trabajo, todas documentadas fotográficamente, el diario editorializa casi sin ninguna diferencia de lo que podría decir el dueño de la firma acusada. “Ahora -dice la editorial- les toca a empresas en su mayoría transnacionales, dedicadas a la producción de maíces híbridos (…) resulta que empresas de renombre reconocido en el mundo, que están sujetas a todo tipo de regulaciones e inspecciones, son acusadas de conformar nidos de explotación humana del tipo de las más perversas del globo”.
El caso más resonante en los últimos días fue, en la provincia de Córdoba, por trabajo esclavo y evasión. Tras hacer un breve detalle del trabajo de desflore caracterizándolo como temporario, el diario justifica las condiciones: “Se explica entonces dada la condición de trabajo temporario, que las condiciones de habitación de estos trabajadores no dispongan de las comodidades habituales en el trabajo rural permanente”.
Además de no cuestionar en ninguna línea las paupérrimas condiciones de los trabajadores rurales, el artículo va más allá y se queja de las acciones judiciales: se está “blandiendo peligrosa e injustificadamente la espada de la justicia penal con un fin mezquino como parece ser el que moviliza a las huestes oficiales. Entre ellas, el propio ministro de Trabajo de la Nación, que debería mostrar un justo equilibrio en el contexto de las relaciones laborales. Más aún la Presidenta, quien debería medir el perjuicio que se ocasiona no solamente a las empresas vinculadas a los hechos mencionados, sino al agro y al país todo, a la luz del comportamiento anómalo de importantes funcionarios y ámbitos del Poder Judicial”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario